Orgulloso de ser Espartano (SEGUNDA PARTE).

Hoy es lunes.

Había una canción que decía: "hacer del lunes otro sábado.."

Pues bien,el pasado sábado tuvo un color especial. Hacía mucho tiempo que no disfrutábamos de un partido tan emocionante. Y tras una apasionante prórroga nos hicimos con la victoria. Como siempre se podrían decir muchas cosas de los elementos tácticos- deportivos post-partido, pero en esta ocasión me quedaré con los aspectos emotivos.

No hace mucho tiempo, otro lunes como hoy, me acerqué al pabellón de los escolapios porque vi a un grupo de gente entrenando al baloncesto y cuál sería mi sorpresa al ver varias caras conocidas.

-¿vas a jugar este año? me preguntó el decano. En aquel momento no supe que contestar y le dije que me lo pensaría.

Usando el corazón... pero también la cabeza.

A los pocos días tomé la decisión haciendo más caso al corazón que a la cabeza.

Cuando usamos sólo el corazón nuestras acciones están llenas de pasión y energía. En ese momento eres capaz de transformar lo imposible en posible. De esta forma uno sólo piensa en el momento sin ver las repercusiones futuras.

Pero claro, también hay que utilizar la cabeza para anticiparse a las consecuencias. Antes de actuar debemos reflexionar.

Y entonces llega el día de la decisión final dónde debes dar tu último paso, difícil pero necesario porque evidentemente no puedes jugar para toda la eternidad.

La última canasta.

Estoy contento por haber pertenecido durante este tiempo al equipo de Baloncesto de Espartales. Lamento el no haber podido aportar un poco más a la causa espartana pero mi cuerpo no daba para más. En el último partido lo conseguí y pude despedirme tranquilo al meter mi última canasta. Una sola, pero muy valiosa dado su valor sentimental.

Y antes de colgar las zapatillas quería saludar a tod@s mis amig@s espartan@s. por todos los buenos momentos vividos y debo confensar que me siento orgulloso de ser espartano.

¡ESPARTA!