El mono, la pantera y la lechuza.

Hoy encontré esta historia...

Érase un paraje de árboles frondosos en una zona selvática perdida entre los inmensos territorios del sur de África. En esos parajes, y especialmente durante la estación seca que se desarrollaba, el alimento no abundaba y los animales se encontraban mucho mas interesados en comerse unos a otros en cuanto pudieran, pues era claro que la incertidumbre del mañana no aseguraba ningún alimento, que en pasear indiferentemente por esas praderas.

Así las cosas, un mono pequeño se había alejado del grupo de árboles donde vivía habitualmente y que le daba cobijo, especialmente frente a sus depredadores, ya que al aparecer uno de ellos enseguida se subía a la rama mas alta de alguno de esto árboles alejándose del peligro.
Al seguir alejándose de su arboleda habitual, tal vez seducido por la curiosidad, llegó hasta un descampado inmenso y casi sin árboles. Comenzó a explorarlo detenidamente pues era un territorio completamente desconocido para él. Observaba y contemplaba cada flor y cada fruto.

En eso, a lo lejos, ve precipitarse en la dirección en la que él se encontraba a una gran pantera negra que, habiéndolo divisado desde hacía un rato, se aprestaba a atraparlo para comérselo de un bocado.El monito, advirtiendo la situación y no sabiendo que hacer, comienza a correr desesperadamente descubriendo a los pocos metros que no había ningún árbol cercano al cual subirse para escapar del peligro. A los pocos pasos de donde se encontraba, divisa el esqueleto de un animal muerto y se le ocurre una singular idea.

Dando su espalda a la dirección en la que venía la pantera, se pone a mordisquear agresivamente los huesos del animal. Cuando la pantera estaba lo suficientemente cerca como para escucharlo pero no todavía lo suficiente como para atraparlo, dice el monito en voz alta:
-¡Ahh, qué rica pantera me acabo de comer! ¿Dónde habrá otra?

La pantera lo escucha y se frena en seco. Como el monito estaba de espaldas, la pantera no lo identifica como a un mono y se pregunta a si misma:-¿Qué raro animal será este que se come las panteras? Mejor me voy, no sea que me coma a mi también.
La pantera, entonces, se aleja lenta y silenciosamente para que el misterioso animal no la escuche.Sin embargo, una lechuza que tenía su cueva cerca de donde ocurrió toda la escena reciente, se da cuenta de la trampa tramada por el monito y vuela rápido a contarle a la pantera lo sucedido.

La pantera, al oír la historia contada por la lechuza, se indigna y se siente afectada en su instinto de gran cazadora. Enojada le dice a la lechuza:-Súbete a mi lomo y vamos a buscar a ese mono. Ya verá ese quién se come a quién.

El mono, muy atento, vislumbra a lo lejos que vuelve la pantera en su misma dirección pero esta vez portando en su lomo a una lechuza que le pareció haber visto cerca suyo hace unos momentos. En breves segundos el mono se da cuenta de la traición de la lechuza y se coloca en la misma posición de antes, es decir, dando la espalda hacia la dirección desde donde venía la pantera, y continúa mordisqueando los huesos del animal muerto.
Cuando la pantera nuevamente se encuentra cerca como para escucharlo, dice el monito alzando la voz:
-¿Dónde estará esa maldita lechuza? ¡Hace mas de media hora que la mandé a conseguirme otra pantera!

Comentarios

  1. Conocía la historia, y sigue pareciendome buena.
    Buena semana, Manuel.
    Un abrazo.

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