Llegadas estas fechas hacemos el balance final de lo acontecido en este año que termina.
Vemos como en algunos medios hacen votaciones para elegir a los mejores deportistas del año, pero claro entre los candidatos sólo aparecen algunos nombres relevantes avalados por los medios publicitarios. Hay mucha gente que se esfuerza cada día y no sale en ninguna clasificación, ni aparece en los telediarios. Yo daría mi voto a todos esos esforzados deportistas que trabajan en el anonimato.
Hoy en día, el éxito se manifiesta como el objetivo prioritario de la actividad deportiva. Esta bien soñar, pero siempre con los pies en el suelo.
La influencia de los medios que se vuelcan en destacar esta faceta exitosa desvía la atención de los valores principales del deporte, como pudieran ser:
El esfuerzo, la superación de dificultades, el respeto al contrario, la colaboración con el compañero, el respeto a las normas, el disfrute en el juego, etc. y que muchas veces se olvidan debido al maléfico objetivo de querer alcanzar el éxito a cualquier precio.
Estos días estuve viendo en la tele un torneo navideño de fútbol-7 dónde participaban pequeños deportistas y ya pude comprobar, como a edades tempranas se contagian de los malos vicios de los mayores, de esos famosos futbolistas que utilizan cualquier treta para conseguir ganar el partido; perdidas de tiempo, malos gestos al contrario, hasta caídas con fingimiento y estos no son los valores que deben primar en un evento deportivo.
Yo creo que los pequeños no tienen la culpa ya que ellos sólo imitan un modelo negativo pre-establecido . Pero a ver quién es el guapo que quita los vicios adquiridos a los deportistas de élite que ganan cantidades astronómicas y sólo quieren alcanzar un éxito efímero.
Vemos como en algunos medios hacen votaciones para elegir a los mejores deportistas del año, pero claro entre los candidatos sólo aparecen algunos nombres relevantes avalados por los medios publicitarios. Hay mucha gente que se esfuerza cada día y no sale en ninguna clasificación, ni aparece en los telediarios. Yo daría mi voto a todos esos esforzados deportistas que trabajan en el anonimato.
Hoy en día, el éxito se manifiesta como el objetivo prioritario de la actividad deportiva. Esta bien soñar, pero siempre con los pies en el suelo.
La influencia de los medios que se vuelcan en destacar esta faceta exitosa desvía la atención de los valores principales del deporte, como pudieran ser:
El esfuerzo, la superación de dificultades, el respeto al contrario, la colaboración con el compañero, el respeto a las normas, el disfrute en el juego, etc. y que muchas veces se olvidan debido al maléfico objetivo de querer alcanzar el éxito a cualquier precio.
Estos días estuve viendo en la tele un torneo navideño de fútbol-7 dónde participaban pequeños deportistas y ya pude comprobar, como a edades tempranas se contagian de los malos vicios de los mayores, de esos famosos futbolistas que utilizan cualquier treta para conseguir ganar el partido; perdidas de tiempo, malos gestos al contrario, hasta caídas con fingimiento y estos no son los valores que deben primar en un evento deportivo.
Yo creo que los pequeños no tienen la culpa ya que ellos sólo imitan un modelo negativo pre-establecido . Pero a ver quién es el guapo que quita los vicios adquiridos a los deportistas de élite que ganan cantidades astronómicas y sólo quieren alcanzar un éxito efímero.
La facilidad de los niños para hacer lo que no deben es más alta que la de hacer lo que deben.
ResponderEliminar¿Será porque lo prohibido, fuera de las normas es más atractivo?
Me alegra de que hayas pasado por aquí. Ahora mismo voy a visitar el tuyo.
ResponderEliminarBuenas Manuel, como tu bien dices, el esfuerzo y reconocimiento es para todos aquellos deportistas que se esfuerzan día a día y no tienen reconocimiento.
ResponderEliminarEsos deportistas, que están ahí, seguramente lo están por la publicidad, nada más.
Saludos
Jose Antonio
http://joseantonioantequera.blogspot.com/
(Premios20Blogs)