Más que héroes.

Hace unos días comprobamos como terminaban las Olimpiadas.
Y ahora vemos estos otros Juegos Paraolímpicos con los participantes con ciertas dificultades motrices, psíquicas, visuales, etc. que nos aportan una lección de esfuerzo y superación en cada competición.
Y para mí, estos deportistas son más que héroes. Como pueden correr, saltar, lanzar, nadar, etc. etc. cuando no son capaces de ver, no tienen piernas, no tienen brazos... y a pesar de todo se lanzan a la piscina a tumba abierta con una valentía encomiable.



En una ocasión un grupo de niños se juntaron para participar en una carrera.

La competición estaba muy reñida y cuando el corredor más veloz ya estaba a punto de traspasar la línea de meta escuchó el llanto de otro participante que había sufrido una caída. Desde el suelo, el corredor que había tropezado vio como los demás se alejaban, entonces surgió un gran silencio y todos los participantes dirigieron sus miraradas hacia el corredor lastimado observando con tristeza lo que había sucedido.

Pero este pequeño atleta no se rindió, se levantó nuevamente y continuó la carrera.
En ese momento todos los demás corredores volvieron la vista atrás para ayudar a su compañero y de esta forma pudiese traspasar la línea de meta.

Y consiguió llegar al final.
Entonces todo el público asistente se puso de pie y estalló en una gran ovación para felicitar al niño que había demostrado lo más importante en una carrera.

¡PERSEVERAR HASTA EL FINAL SIN IMPORTAR LOS TROPIEZOS!

Esta misma escena le he visto repetida en las Paraolimpiadas donde algún atleta o nadador llega mucho más tarde que los demás, pero eso no importa porque lo que quiere el participante es traspasar la línea de meta, el puesto es lo de menos.

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