Érase un hombre a un smartphone pegado


Érase un hombre a un smartphone pegado
que pulsaba su sensor capacitivo,
érase un obseso compulsivo
del copiar y compartir seleccionado.

Érase, a unos datos conectado,
un cordón umbilical interactivo;
un ente de las redes muy activo,
érase un ser social virtualizado.

Era más popular que muchos cientos,
era un pulsador recalcitrante
de caritas de emoción y sentimientos.

Sus cifras de amigos ni te cuento,
su ranking de twitteo impresionante,
su vida real un puro cuento.

Comentarios

  1. A veces criticamos que los teléfonos nos conecten a los demás.

    En mi caso tengo familia a muchos mile sde km , si no fuese por esto aparatillos no podría mentener el contacto y saber cómo están sus vidas.


    Supongo que toda la tecnología , las nuevas tecnologias sobre todo de la información están al servicio del ser humano, y no tien por que ser necesariamente para ahogarlo o hacerlo mas pequeño.

    Pero bueno, de todo habrá. Besos.

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    Respuestas
    1. Naturalmente que los teléfonos son necesarios (no imprescindibles). Las nuevas tecnologías están al servicio del hombre.
      El soneto es una caricatura de los que se exceden con ellas y en vez de resultar a nuestro servicio, nos esclavizan.

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. Espectacular entrada.
    ¡Gracias por la aportación!
    y Feliz semana.

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  4. Demasiada tecnología. Me has convencido, hay que desconectar. Saludos.

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  5. Un poema precioso que dice muy claro en lo que te puede convertir las nuevas tecnologías.Saludos

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